Germán Venegas

Puebla, México, 1959
. Vive y trabaja en Ciudad de México, México

Las calamidades que rondan por el mundo, 1988

Óleo sobre lienzo
146 X 203 cm

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Las calamidades que rondan por el mundo

Pintor, escultor, dibujante y grabador, Germán Venegas realizó sus estudios en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado «La Esmeralda», en la Ciudad de México. Su carrera comenzó a destacar a principios de los años 80, al ser invitado a participar en diferentes muestras colectivas a nivel nacional e internacional.

Su obra presenta una evolución de ideas e imágenes de las que se desprende un imaginario compuesto por santos, alebrijes, ángeles, calacas y diablos. Éstos fueron algunos de los elementos que marcaron la etapa inicial de Germán Venegas y que los críticos de arte identifican como parte del lenguaje que corresponde al denominado neomexicanismo. Posteriormente, Venegas evolucionó hacia un tipo de trabajo que por su resolución está más relacionado con la corriente neoexpresionista.

Su producción revela una estética catastrófica que tiene como antecedentes iconográficos los planteamientos de José Clemente Orozco, así como de expresionistas alemanes en los que el desencanto de la historia es traducido mediante iconos devastados por las ideas de la guerra o por el deterioro del tejido social. Paisajes desolados, cuerpos desmembrados o símbolos que hacen referencia a diferentes hecatombes humanas, aparecen una y otra vez expresados a través de vigorosas pinceladas, atrevidas composiciones y temáticas con profunda ironía. A Venegas, al igual que Ruelas, Goitia, Posada y Siqueiros, lo mueve la reflexión sobre problemáticas relacionadas a las luchas que se suceden desde diferentes trincheras entre el bien y el mal.

Con una clara influencia del trabajo de artistas como Francisco de Goya, Las calamidades se pasean por el mundo es una pieza fundamental dentro de su cuerpo de obra y que hace alegoría justamente a una de esas batallas. Las imágenes del óleo son el resultado de tiempos de profundas crisis económicas, sociales y políticas, resueltas en una configuración fantástica, como una parábola del momento crítico en el que desarrolló esta pintura.