Jesús Guerrero Galván

Tonalá, México, 1910 – Cuernavaca, México, 1973

Retrato de mujer con máscara, 1947

Óleo sobre tela
91.5 X 60 cm

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Retrato de mujer con máscara

Como otros de sus contemporáneos, Jesús Guerrero Galván tuvo la posibilidad de estudiar una temporada en el extranjero, en su caso en la National School of Plastic Arts en San Antonio, Texas; sin embargo, fue en su país donde completó su formación, en particular en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado, La Esmeralda. A lo largo de su carrera se adhirió a distintos grupos: participó en la Escuela de Pintura al Aire Libre fundada por Ixca Farías en Guadalajara, donde principalmente aprendió arte clásico, así como en el “Grupo sin Número y sin Nombre”, quienes se proclamaban “redentores de una nueva cultura tapatía” a través del estudio de los lenguajes modernos. Fue en este periodo, durante la década de 1930, cuando el pintor comenzó a privilegiar la creación de retratos integrando a éstos el universo infantil.

Guerrero Galván era muy activo en cuanto a la manifestación de su postura: militó en el Partido Comunista, formó parte de la Alianza de los Trabajadores de las Artes Plásticas e incluso fue candidato a diputado por el Partido Popular.

Además de su trabajo como muralista para dependencias gubernamentales como la Secretaría de Educación y la Comisión Federal de Electricistas, diseñó escenografías para teatro y pintó, sobre todo, retratos. La mayoría de sus personajes son anónimos; se muestran inmutables y todos son muy parecidos. La luz que cae sobre sus caras y sus cuerpos es un recurso que Guerrero Galván utiliza para darles más importancia y protagonismo. Este tipo de obras tienen influencia de pintores mexicanos como David Alfaro Siqueiros y Máximo Pacheco. Además, indirectamente celebran la estética de los pueblos, las costumbres y las tradiciones mexicanas, y comparten características con los trabajos de otros pintores tapatíos, como Juan Soriano.