La pintura ha sido uno de los ejes que históricamente ha dado forma y sentido al discurso del arte y a los procesos de replanteamientos artísticos. Bajo esta premisa, Modulaciones revisa por primera vez la colección CIAC a partir de su contenido pictórico. La selección de las obras busca, por un lado, resaltar el dinamismo de la pintura proponiendo diálogos entre piezas provenientes de diferentes épocas y entornos; y, por otro, registrar las transformaciones y los cruces formales, generacionales, geográficos y de referencias personales, a fin de proponer nuevas perspectivas de análisis y pensamiento sobre este medio en particular.

En cada sala se encuentra un vaivén temporal. El título de la exposición hace alusión a las modulaciones generadas en la pintura a lo largo de su historia, la cual ha estado marcada por debates entre distintos planteamientos. En ciertos periodos se ha privilegiado la figuración y la representación, mientras que en otros han predominado las diferentes formas de abstracción o bien las prácticas conceptuales. Pese a dichas variaciones, existen intereses, géneros y lenguajes que se han mantenido presentes.

Es precisamente a estos elementos a los que alude la exposición a lo largo de los núcleos temáticos que la conforman: Retrato y figura; Paisaje; Dislocaciones espaciales; Escenas y escenarios; Integración del objeto; Monocromía y lenguaje, y Pintura y materia. Los primeros núcleos hacen referencia a la evolución y expansión de géneros tradicionales dentro de la práctica pictórica, mientras que el resto aborda diversas áreas o líneas de experimentación: el cambio progresivo en las concepciones espaciales, las estrategias para superar los límites de la bidimensionalidad, así como la integración de objetos y materias o la exploración a partir del color. Asimismo, la selección transita de la intimidad de los formatos pequeños a obras que por su gran escala generan otro tipo de interacción con el espectador.

La narrativa de la exposición no se ha construido como secuencia cronológica o sucesión de movimientos artísticos. Por el contrario, el propósito ha sido generar constelaciones de obras que paralelamente muestran piezas icónicas modernas, sosteniendo un diálogo con lenguajes y posturas de las prácticas actuales de la pintura.

Al recorrer esta exposición se invita al público a considerar la pintura desde su actualidad a partir de dos circunstancias: primera, la pintura ya no es sólo pintura como acto autónomo, sino también una postura o reflexión simultánea respecto a la pintura misma; y, segunda, esta práctica se inscribe actualmente como una articulación de otros medios y posibilidades formales para abordar un proyecto artístico. Todo esto es parte de su constante reinvención y a la vez vigencia dentro del discurso del arte.

Graciela Kasep