Rock the World

Jeffrey «Doze» Green nació dentro de una familia de músicos y artistas que radicaban en la zona de Washington Heights, área de Manhattan conocida por albergar comunidades de diferentes orígenes étnicos, lo que la hace propicia para la generación de todo tipo de expresiones culturales populares orientadas a crear identidad.

Green estudió en la Escuela Superior de Arte y Diseño con artistas como Lady Pink, Daze, Ernie Valdez, TC5, entre otros. Al poco tiempo se convirtió en uno de los pioneros del arte callejero o street art, realizando tags o pintas en el barrio de Washington Heights y en el metro. Posteriormente se hizo miembro del legendario grupo Rock Steady Crew, responsable de popularizar el breakdancing. La agrupación, cuyo éxito aumentó exponencialmente en la década de los 80, logró llevar este lenguaje de la calle a la escena mainstream, asistiendo a exposiciones de arte y realizando coreografías en las principales galerías de Soho y el Lower East Side. Probablemente fue esta incursión dentro de los espacios de exposición establecidos lo que llevó a Doze Green a dejar de realizar pintas de graffiti en el metro y comenzar a presentar proyectos en este tipo de recintos. Para el artista, el cambio de producir su arte en la calle a llevarlo a las galerías no ha alterado el sentido de su trabajo; su obra tiende a contar las historias de los oprimidos y la incertidumbre de sus vidas.

Rock the World es una pieza realizada con pigmentos metálicos y otros materiales que resultan característicos de su obra. La genealogía del artista es parte esencial de su inspiración; así, en su obra aparecen personajes que corresponden a seres de civilizaciones antiguas y culturas indígenas, incluyendo sus propias raíces afrocaribeñas. Algunas veces —como es el caso de Rock the World— estos personajes emergen en contextos que parecieran futuristas, con mensajes que buscan incentivar el potencial de su comunidad.