Joá

Inspirada en la cultura brasileña, la obra de Beatriz Milhazes se compone de collages, pinturas, instalaciones e impresiones en diferentes formatos con colores vibrantes. Su trabajo tiene como origen tradiciones tanto latinoamericanas como europeas, y en él se pueden apreciar de forma recurrente motivos arabescos, detalles de cerámica, encaje y decoraciones que provienen de la estética del carnaval, la arquitectura barroca colonial y la música. Sus composiciones son rigurosas, como las de un caleidoscopio, y en ellas se entretejen una multiplicidad de líneas y formas circulares que en conjunto generan un balance tanto armónico como disonante.

Este ensamblaje de elementos evidencia una clara influencia de artistas del siglo XX, como Tarsila do Amaral, Henri Matisse, Vasili Kandinsky, Oswald de Andrade, entre otros. Para Milhazes, la superficie nunca es pacífica; por el contrario, la asume como un soporte en el cual desarrolla sus conflictos estéticos. 

Joá es la obra que da título a una exhibición que presentó en la Stephen Friedman Gallery en 2005, que se caracterizó por pinturas saturadas de color y cargadas de diseños que derivan de motivos de la flora y la fauna. La técnica empleada en estas piezas es muy cercana al collage, misma que suele utilizar Milhazes porque le permite construir de forma gradual algunos de los elementos figurativos en sus composiciones. Joá es también el nombre de una playa en Río de Janeiro, el cual toma prestado para dar identidad a esta obra que alude al carácter tropical de Brasil, así como a la música y la danza que identifican a la historia de aquella ciudad.