Saturnino Herrán

Aguascalientes, México, 1887 – Ciudad de México, México, 1918

Dibujo preparatorio de El Quetzal, 1916

Lápiz sobre papel
55.5 X 37 cm

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Dibujo preparatorio de El Quetzal

Saturnino Herrán fue uno de los representantes más importantes del modernismo en México. Aunque corta, su trayectoria artística fue muy prolífica y marcó un punto de inflexión en la pintura mexicana. Al ser el primero en representar obreros y campesinos, se convirtió en el predecesor y el artista en el que los muralistas se inspiraron para plasmar a la gente común en sus obras.

En 1904 inició sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes bajo la tutela de Antonio Fabrés y Germán Gedovius, quienes fueron sus maestros de dibujo y pintura, respectivamente. Perteneciente al Ateneo de la Juventud —asociación civil que proponía una reflexión en torno a la educación en México— e influenciado por las ideas de cambio cultural que se gestaban en el país, Herrán siguió la recomendación de Gerardo Murillo, el Dr. Atl, quien también fue su profesor en la Academia, de crear “un arte propio y monumental”. Así, comenzó a incorporar temas costumbristas y personajes con rasgos indígenas en sus obras, dando lugar a una iconografía que sintetizaba la influencia hispánica y la mesoamericana.

Éste un dibujo preparatorio del óleo sobre tela titulado El quetzal que el artista pintó en 1917. Se trata de una obra en la que Herrán hace, en palabras del historiador del arte Fausto Ramírez,  “una suerte de alegoría de la belleza y gallardía nativas”, pintando de manera clásica el cuerpo desnudo de un modelo de piel morena que sostiene un quetzal, ave de gran importancia para las culturas mesoamericanas. El personaje de Herrán es la contraparte masculina de la serie de pinturas que hizo sobre mujeres criollas.

De manera inesperada, la vida del artista llegó a su fin en 1918 después de una cirugía de estómago a la que se sometió cuando tenía solamente 31 años. A pesar de ser tan joven, Saturnino Herrán era ya un maestro del lápiz y el pincel, y murió cuando se encontraba en el punto más alto de su creación.